Redacción /
CDMX/05 Marzo 2022
Los traseros vienen en diferentes tamaños, pero en los últimos años tenerlos grandes se ha vuelto popular gracias a las redes sociales y a shows de tele realidad como el de las Kardashian que a base de cirugías han agrandado su retaguardia.
La cirugía plástica que consiste en el implante de glúteos, o el levantamiento brasileño con la transferencia de grasa es muy común en Estados Unidos, aunque es de las más complicadas, y no han sido suficientes, rediseñando implantes en costados para simular la cadera, las inyecciones de silicona y aceites aunque son ilegales también son muy comunes.
En México, hay mujeres con amplios traseros pero quienes no lo tienen lo desean, pero no todas pueden pagarlo, y las que pueden en ocasiones tienen temor a la cirugía, por ello se comenzaron a comercializar prendas femeninas que simulan traseros grandes, en siluetas delgadas.
Las primeras opciones llegaron con los calzones (panties) con esponja y los pantalones con talle alto y bandas levantagluteos, pero no fue suficiente, ahora comercializan prendas con simulador de traseros.
Las bragas tienen esponjas en glúteos y costados, vienen en diferentes tallas, de diversos materiales y bajo las prendas de vestir pareciera un exuberante trasero natural.
La tendencia ha sido tal, que la mercadotecnia diseñó ropa interior de silicona que promete una invisibilidad del engaño del trasero amplio. La realidad es que los traseros que vemos en redes sociales y shows de televisión tampoco son naturales, son producto de la inversión de sus dueñas, de años de cirugías y de intervenciones que en muchas ocasiones ponen en riesgo su vida.