De Primera Mano
Por RodulfoReyes
01/04/22
A pesar de que su base electoral en Tabasco es abultada, pues la aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador en su entidad natal es la más alta del país –ocho de cada diez de sus paisanos lo respaldan–, Morena se sigue nutriendo de cuadros del PRI con miras a los comicios para gobernador de 2024.
Desde agosto del año pasado que Adán Augusto López Hernández fue nombrado secretario de Gobernación, priístas con fama de operadores electorales «buenos» se han unido al equipo del paisano y amigo del mandatario nacional.
Un priista tabasqueño sumado en diciembre anterior a Gobernación como titular de la Unidad de Política Interior es Nicolás Bellizia Aboaf, quien fue candidato del Revolucionario Institucional a la alcaldía de Centla en las elecciones intermedias de junio de 2021, logrando solo el 8 por ciento de la votación.
Bellizia, sin embargo, fue reclutado por mantener buenas relaciones con barones del viejo priísmo, como los hermanos Humberto y Rubén Moreira, de Coahuila, al punto de que a principios de 2020 que se nombró al presidente del partido en Tabasco, él era la propuesta original del CEN, pero resistencias domesticas lo descarrilaron.
Aunque el partido de López Obrador no tiene problemas para ganar en su tierra desde 2012 que se derrotó al PRI tras siete décadas de hegemonía, si bien ese año López Obrador no logró la Presidencia, una parte de la estrategia electoral del vinotinto contempla hacerse de los servicios de expertos en elecciones.
Se han ido a Morena dos exsecretarios de elecciones del PRI estatal: Juan Molina Becerra y Mario Llergo Latournerie, reconocidos por operar campañas para gobernador.
En el caso del diputado federal Llergo, quien es representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), el señalamiento de haberse quedado con dinero de la campaña priísta en 2012, no fue suficiente para impedir su arribo a las filas del partido que tiene como columna vertebral la lucha contra la corrupción.
Raúl Ojeda Zubieta, excandidato de la izquierda a la gubernatura de Tabasco, fue de las voces morenistas que se inconformaron con quien fuera coordinador de campaña de Jesús Alí de la Torre, cuando el tricolor cayó ante el perredista Arturo Núñez Jiménez, que fue respaldado por el entonces abanderado presidencial oriundo de Macuspana.
En su papel de precandidato a la gubernatura, Llergo está acercándole priístas al partido en el gobierno. A él se le atribuye la reciente renuncia al PRI de Liliana Madrigal Méndez, exabanderada a la presidencia municipal de Centro.
Liliana dimitió a 25 años de militancia tricolor sin responder a las acusaciones de que en el proceso electoral extraordinario de 2016 se quedó con parte del dinero aportado por el CEN para su proselitismo; denuncias de esa época ubican a su esposo, Eliseo Contreras, como quien manejó los recursos de la campaña, además de lograr contratos millonarios con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por injerencia del entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a través de su oficial mayor, Jorge Márquez, quien estaba comisionado para “temas tabasqueños”.
La incorporación de Madrigal Méndez a Morena se detuvo, luego de que se diera a conocer que como candidata enfrentó una auditoría interna que derivó en un procedimiento iniciado por el CEN.
En su momento, el INE sancionó al PRI porque Liliana se sobregiró en sus gastos y no comprobó la procedencia lícita de los recursos.