En Tabasco/ Ex presidente del PRI bajuno
Por Rodulfo Reyes
09/04/22
Que Erubiel Alonso Que, ex presidente del PRI en Tabasco, le haya dicho “dama de compañía” al mandatario Carlos Manuel Merino Campos, exhibe lo insignificante de la oposición en Tabasco: enseña que carece de argumentos para descalificar al Gobierno; además, el episodio vergonzoso repercute en la imagen institucional de su máximo dirigente, Alejandro Moreno Cárdenas, en su trato con la llamada ‘Cuarta transformación’.
Muestra, en adición, lo soez del secretario general del Movimiento Territorial de ese instituto, pues sus declaraciones lo presentan como un político de poca monta, además de «tapadera» de gobiernos en turno, ya que jamás criticó –cuando estuvo a cargo del Revolucionario Institucional en la entidad– a la administración del perredista Arturo Núñez Jiménez, y por eso la sospecha de que fue subvencionado por el régimen para plegar al tricolor a los designios del sistema.
El oriundo de Balancán carece de prendas morales para ostentarse como “nuevo crítico del sistema” por su pasado como presidente del comité directivo estatal priísta, cuyo período estuvo marcado por los señalamientos de “venta” de candidaturas.
Esto se sabe en todo Tabasco. Hay registro en estaciones de radio de las veces que priístas que aspiraban a ser nominados por el Revolucionario Institucional hicieron denuncias públicas para exigir que Erubiel les regresara los millones de pesos que le entregaron a cambio de nominaciones que nunca cristalizaron.
La frase “dama de compañía” no es solo irrespetuosa por la connotación que arrastra en una sociedad machista como la mexicana, sino que aplica para medir la seriedad que debe dársele a quien también se promueve como precandidato a la gubernatura.
El priísta se refirió en forma machista al titular del Ejecutivo local porque acudió el fin de semana a Coahuila y Sonora a los actos de promoción de la revocación del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como a Quintana Roo en el arranque de campaña de la candidata morenista, Mara Lezama.
En vez del insulto que alude a mujeres estigmatizadas, el priísta bien pudo presentar una denuncia formal ante las autoridades en contra del mandatario tabasqueño, como lo hicieron partidos políticos con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Las dirigencias nacionales de partidos opositores no salieron a articular insultos contra el tabasqueño a cargo de la política interna del país, y tampoco perdieron tiempo en discusiones baldías acudiendo directamente a los tribunales a querellarse en su contra.
En otro arista del problema, al convocar a una rueda de prensa como “dirigente nacional” del Movimiento Territorial del PRI, Erubiel Alonso mete en un problema al presidente del CEN, pues –en caso de que él haya autorizado la embestida al Gobierno tabasqueño– mina la autoridad del dirigente estatal Dagoberto Lara Sedas.
De paso, el mismo Erubiel abrió la posibilidad de que la Fiscalía General del estado abra compulsas en el proceso que enfrenta el ex alcalde de Macuspana, José Eduardo Rovirosa Ramírez, ante el señalamiento del secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero, de que “Cuco” fue su socio.
Esto porque involucrar y juzgar a Erubiel junto a Rovirosa por la corrupción detectada en el ayuntamiento de Macuspana, significa también sentar en el banquillo de los acusados al PRI de Alejandro Moreno.
PARA SU INFORMACIÓN…
Esta columna está en condiciones de informar que durante la jornada electoral extraordinaria de 2015, el CEN del PRI a cargo de Manlio Fabio Beltrones habría entregado –vía transferencias bancarias pero también en efectivo y a la mano– 85 millones de pesos al particular Eliseo Contreras, esposo de Liliana Madrigal Méndez, candidata priísta a la alcaldía de Centro. Así que Morena debe pensar dos veces si le da cabida a la expriísta que llega auspiciada por el diputado federal Mario Llergo Latournerie. Fuentes acreditadas aseguran que esos recursos no los manejó el comité directivo estatal del tricolor jefaturado en aquel tiempo por Miguel Ángel Valdivia de Dios.