COSA DE PRENSA /
Por Javier Rodríguez Lozano
• Se oculta la cura contra el cáncer
• Una simple inyección intravenosa
• Y hasta podría conseguirse la paz
• Brujos y la Sucesión Presidencial
Javier Rodríguez Lozano
Regresamos a la tecla con toda la fuerza que nos da sobrevivir a largas noches oscuras del alma y 56 años en el periodismo, con un regalo de Feliz Año Nuevo 2023: La cura contra el cáncer.
Estamos seguros que si se aplicara la premisa espiritual de “Creer para crear”, se podrían salvar muchas vidas, lo que no hace el apotegma de Santo Tomás, de “Ver para creer”, porque no solo es impreciso, sino que hasta ilusorio.
Y al respecto está de acuerdo con nosotros la Psicología Vazin (https://www.vazin.com/somos-nuestras-creencias.html) al citar a Bertrand Russell quien decía que “creer es lo más mental que hacemos”; y subrayar que: “Nuestras percepciones del mundo pueden ser muy engañosas a veces y pueden dar lugar a creencias que son muy inexactas”.
En cambio, decimos nosotros, si creo que soy una chispa divina y que soy parte de la Esencia Superior, que siempre lo he sido y que siempre lo seré, hago diferencia significativa entre ser humano y ser espíritu, donde todas las cosas son conocidas y entendidas, y nadie se engaña solo.
De hecho, ayudar es nuestra misión de vida y de algún modo la hemos caminado, interrumpida muchas veces por las distracciones del mundo moderno, especialmente por la enajenación que nos impone el poder económico global, vía medios masivos de comunicación tradicionales lo que deriva, además, en “el despliegue de maldad insolente”, de que habla Discépolo en su tango Cambalache.
Sí, lo leyó Usted muy bien: “La cura contra el cáncer”.
Acabo de devolver al Universo lo que más amé en mi vida y el cáncer se la llevó; es posible que yo mismo esté luchando contra él, aunque mi espiritualidad sea distinta y no me conmueva ese supuesto; y si me equivocara tampoco me conmovería, Dios no arroja los dados para ver qué sale, su juego es perfecto. Además, hace tiempo trabajo para mi nuevo empleo en el otro plano, porque no pienso volver a este.
Pero antes de abrir el regalo, que puede hacerse realidad y conseguirse a través de un tratamiento a base de una simple inyección intravenosa de algo muy barato, permítasenos contextualizar con otra contradicción aún mayor, en el tema de la manipulación mundial, que acaba de engordar groseramente sus arcas con las vacunas del virus de Vuham, las carreras de autos y la copa de futbol.
México, y con él la totalidad de los más de 200 países afiliados a la Organización de Naciones Unidas (ONU, el gobierno global), igual que Ucrania, Rusia, China, Perú, la Unión Europea y cualesquiera otros pueblos con crisis internas y externas que pulverizan sus sociedades, sufre esa manipulación que le impide crecer.
Por ejemplo, además del cáncer, el imperio de la violencia también tiene cura, pero la impiden sus patrones -sus amas y amos- que son precisamente los mismos dueños de la enajenación global, lo que nos deja sin adónde correr; excepto al 1% de los ya ocho mil millones de humanos en el planeta, inmersos en la 5ª Dimensión y descritos en el cuarto párrafo, el ser espiritual.
– Ahí todo es más claro que el agua, nadie cree en los partidos políticos, ni se forma opinión en los diarios tradicionales, ni en noticieros o las telenovelas y menos aún, en algún deporte artificialmente exponenciado, como los arriba citados; y tienen claro quiénes son, de dónde vienen, qué hacen aquí y adónde van.
Recordemos cuál es la raíz de la violencia en México, además del pacto de impunidad de Felipe Calderón Hinojosa en 2006 con el crimen organizado, obligado como Carlos Salinas de Gortari en 1988 a ceder el país al citado poder económico global para poder gobernar, porque ambos se habían robado las elecciones:
– La aprobación del aborto en la Ciudad de México el 24 de abril de 2007 y resuelto en muchos estados por la Suprema Corte de Justicia en 2017 dos ocasiones en 2018 y confirmado para todo el país el 7 de septiembre de 2021.
Esa es la causa de la violencia en México en los últimos 15 años, desde los gobiernos de Calderón y Enrique Peña Nieto, y que continúa con Andrés Manuel López Obrador.
Ni el mismo Papa Francisco pudo vencerla en 2015 en México, con la estrategia de San Francisco de Asís, primero en exorcizar a todo un pueblo, con ayuda del diácono Sylvester, la demonizada localidad italiana de Arezzo, antes de 1226, año de su fallecimiento.
El 20 de mayo de hace poco más de siete años, en la Catedral de San Luis Potosí, el obispo español José Antonio Fortea, realizó el primer Macro Exorcismo a todo un país, México, para expulsar los demonios que lo poseían en el crimen organizado.
¿Y cuál cree Usted que fue el resultado?
LA COSA ES QUE…
Este es el meollo del asunto: la posesión demoniaca de todo un país, atizada y aplaudida por millones y millones de malas y malos mexicanos.
Éste y los temas pendientes, la violencia y la cura del cáncer, los continuamos el viernes, desde Catemaco, Veracruz, la tierra de los brujos mayores, donde investigaremos también qué hacen ahí La Sucesión Presidencial y sus suspirantes.
¿Irán por una limpia, como Andrés Manuel López Obrador en 2018?
Qué tal.