Redacción/
Monterrey, Nuevo León/ 18 de Octubre 2022
Alrededor de 300,000 menores padece obesidad infantil, de los cuales un 36% cursa la educación básica en Nuevo León, por lo cual la entidad ocupa el primer lugar nacional y mundial en padecer este problema de salud, informó Elizabeth Solís Pérez, Secretaria de Salud Estatal.
La problemática en la entidad es grave y no se debe tomar a la ligera ante estos números dijo Solís Pérez quien fue directora de la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) al señalar que la obesidad no se trata de un problema de menor impacto, porque cerca del 40% de los 300,000 estudiantes que la padecen ya presentan síndrome metabólico..
El síndrome metabólico es una condición a la que se le agregan problemas asociados, como la presión arterial elevada, triglicéridos,altos que son lípidos o grasas en la sangre, que representan un riesgo cardiometabólico.
“Tenemos a 12.5% de estos niños que ya traen enzimas hepáticas al doble, lo que es un signo de riesgo de enfermedad de hígado graso, no alcohólico, es decir, la grasa exterior que se va acumulando e intrahepática son riesgos para enfermedad cardiovascular temprana”, manifestó la funcionaria estatal..
Ante este problema de Salud Públuca el estado de Nuevo León analiza la manera en que lo enfrentarán ya que la obesidad lleva a la diabetes tipo 2.
Solís Pérez comentó “estos niños no tienen una condición saludable, estamos hablando de una enfermedad, la obesidad ya es una enfermedad. Le agregas el síndrome metabólico y ahí ya es otra condición porque le vas agregando riesgos cardiovasculares”.
La enfermedad número uno entre la población de adultos es la diabetes tipo 2, que trae una serie de complicaciones como los infartos y lo más triste es que un niño desarrolle esta enfermedad a causa de los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo.
“Estamos hablando de un problema de salud pública. Se habla de que es la otra pandemia, la obesidad es un problema de salud mundial, los países están lidiando con esto”, dijo.
Insistió en poner manos a la obra contra la obesidad infantil comenzando con la “prevención secundaria”, que va enfocada a los niños y adolescentes que ya están enfermos y deben ingresar a programas estructurados para reaprender a comer y dejar atrás la vida sedentaria.
Precisó que el combate a la obesidad se da con prevención primaria, secundaria y terciaria, pero en estos momentos los sistemas de salud no tienen habilitada la secundaria, por lo que dijo «la primaria que va a población general, va dirigido a que comamos mejor y la activación física, son esas dos estrategias”,.
La secundaria, dijo que es cuando ya existe el problema, y “ahí necesitan un manejo interdisciplinario, el tercer nivel, porque si llegas a la adolescencia con obesidad o tienes obesidad mórbida desde pequeño, es prevención terciaria ya especializada, que en el caso de los adolescentes puede incluir cirugía o tratamiento farmacológico”,.