“Turismo delictivo”
• El Aniversario 54 del Tlatelolcazo
• Cuatro de 6 estados para Morena
• Tere Jiménez en Aguascalientes
Por Javier Rodríguez Lozano
CDMX/ 02 de octubre 2022.-
El aniversario de la masacre de 1968 en Tlatelolco nunca ha sido el mismo, cada año ofrece matices distintos, como en este 54 en que las Fuerzas Armadas asumen su rol más trascendente después de la Revolución de 1920, con oposición de los enemigos de México.
Volveremos al tema más adelante, antes subrayemos que este año también fue escenario de elecciones intermedias de la 4T, que perdiera dos de las seis entidades en disputa, Aguascalientes y Durango, y ganara Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas.
Al igual que los Derechos Humanos de raíces aguascalentenses con Miguel Sarre, como el sindicalismo magisterial progresista y el ferrocarrilero charro, de aquí al 30 de septiembre de 2027 -un quinquenio- Tere Jiménez Esquivel podría escribir una historia diferente, más digna (superior a las de Olivares y Landeros) y menos vergonzante que las de sus antecesores.
Pocas veces en el sistema político mexicano alguien ha pensado en proyectar a alguien para un futuro político trascendente.
Por ejemplo, ni Calles, ni Cárdenas, ni López Mateos o Ruiz Cortínez, serían preparados para ser Presidentes, pero si Carlos Salinas de Gortari, por su padre don Raúl Salinas Lozano, y quizás también Manuel Camacho Solís y Luis Donaldo Colosio, pero no Zedillo, se prepararan para lo mismo, aunque infructuosa y trágicamente.
En el panismo, después de sus fundadores con Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna en 1939, nadie sería preparado jamás para el presidencialismo, desde Pablo Emilio Madero a Manuel J. Clouthier y Diego Fernández de Cevallos; Vicente Fox, Felipe Calderón y Ricardo Anaya, todos serían improvisados.
En 1998 en Aguascalientes Otto Granados Roldán, por instrucciones de Carlos Salinas, “entregaría la plaza” a Felipe González, quien la heredaría en 2004 a Luis Armando Reynoso Fermat, que en 2005 tenía entre sus colaboradores a la jovencita María Teresa Jiménez Esquivel.
Este dato no aparece en su actual semblanza oficial, porque aquél también sería un sexenio desastroso.
Sería por poco tiempo porque en alguna parte de 2005 la joven Tere Jiménez, entonces de solo 21 años de edad y nacida en el estado de México, cambiaría de rumbo, pero siempre dentro del panismo aguascalentense, al que supo servir con compromiso y lealtad, a cambio de ser proyectada a las más grandes alturas, como veremos muy pronto.
Tere Jiménez se ha cuidado de elegir colaboradores, aunque descuidado en el manejo de su imagen pública institucional, enfocada más al marketing que a la ciencia política -la grilla, la jiribilla-, lo cual no ha sido sencillo para nadie en Aguascalientes, donde han predominado paradigmas no escritos, como el de montar una costosísima pero efímera, sala de prensa para su toma de posesión.
Su antecesor, de oscuro intenso, y siempre pusilánime y mediocre, Martín Orozco Sandoval, jamás supo qué hacer ante esas necesidades políticas irrenunciables.
¿Qué es lo nuevo que ofrece Tere Jiménez a la población, donde -reiteramos- la pobreza generada por sus antecesores y la pandemia y sus consecuencias, como la galopante inflación, será su principal desafío?
Ella lo ve diferente.
Veamos, aunque su campaña contara con el apoyo del publirrelacionista español célebre -asesor también de Alito Moreno en algunos de sus fallidos procesos electorales, Antonio Solá- su discurso central de toma de posesión carece de jerarquización en lo que podría denominarse “sintaxis política”, indispensable para la comunicación eficaz, más allá de la trascendencia histórica.
Veamos, ofreció “un nuevo capítulo de prosperidad, dinamismo y fuerza”, fincado en cinco ejes. “Tenemos una ruta bien definida y un objetivo común: ¡Hacer de Aguascalientes, el mejor estado de la República!”, exclamaría.
Dijo que más allá de las ideologías, la gente quiere seguridad, empleo, salud, vivienda digna y educación; quieren respuestas, resultados y un gobierno eficaz que les dé soluciones.
Tere Jiménez sostuvo: “Creo en una nueva forma de hacer política… Para ello he formado un equipo de trabajo que comparte esa visión, que tiene gran vocación y la pasión por servir a los aguascalentenses”.
Y desglosó sus cinco ejes:
1) Estado seguro y justo.
Consolidaremos un Aguascalientes blindado y sin impunidad, un Aguascalientes en paz para ti y tu familia… Presentaremos el Plan de Seguridad y Justicia, comprometido con la paz y la tranquilidad de las familias de Aguascalientes.
2) Estado humano e incluyente.
Porque la salud es lo primero, pondremos en marcha… ¡El Seguro Aguascalientes! Reestructuraremos el sistema de abasto, equiparemos las unidades médicas y centros de salud.
Daremos becas para la titulación, para el transporte público y la movilidad internacional de nuestros jóvenes.
3) Estado competitivo e innovador.
¡Atraeremos nuevas inversiones para el Estado!
Promoveremos e impulsaremos la exportación de productos con la marca “Hecho en Aguascalientes”.
Impulsaremos con determinación a los productores de Aguascalientes, con Créditos a la Palabra y el Seguro para el campo.
4) Estado ordenado y sostenible.
Fortaleceremos el sistema integral de transporte.
trabajaremos incansablemente para tener los mejores sistemas hídricos y así dar resultados.
5) Gobierno inteligente y abierto.
Pondremos en funcionamiento la Ventanilla Digital Única… para que cualquier persona pueda contar con la facilidad de realizar más de 600 trámites desde su computadora o dispositivo electrónico.
LA COSA ES QUE…
El dato más sobresaliente, al margen del ceremonial de toma de posesión, fue la representación presidencial en Aguascalientes de Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
A nadie importa que Rosa Icela haya sido reportera de La Jornada, compañera y amiga contemporánea nuestra, pero sí -y mucho- que su presencia en Aguascalientes signifique que hay ya un operativo especial, en ejecución desde hace semanas, en que el Ejército Mexicano captura delincuentes comunes y federales, sin coordinarse con ninguna corporación policiaca local.
Otra lectura, no menos importante, es que la presencia en Aguascalientes de la secretaria Rosa Icela Rodríguez recuerda también, indirectamente, que no se permitirá ningún otro “Jueves Negro”, como aquel 5 de febrero de 2007, cuando la población aguascalentense se enterara que convivía con el narco, como ha venido ocurriendo desde entonces y hasta este 30 de septiembre de 2022.
El Presidente quiere un Aguascalientes próspero y seguro, que el “turismo delictivo” regrese a sus lugares de origen: Jalisco, Zacatecas y Guanajuato.
Qué tal.